jueves, 1 de noviembre de 2012


Seminario Psicoanálisis y Salud Pública          
                                         agosto 2012
Clase 3.
Tema La consulta. De la recepción de un pedido a la formulación de una demanda. Posición del analista y transferencia
Para empezar quienes formamos parte de la Masotta queremos agradecer tanto a los asistentes como a los panelistas venir en este tiempo que estamos de vacaciones, además decirles que las desgrabaciones las vamos a subir al blog, como material.
Alicia Alvarez: quería decirles, por una pregunta que vi en Facebook, preguntaban quién hablaría hoy. Efectivamente en cada una de las reuniones hay uno o dos que están encargados de hacer el recorrido principal de lo que es el tema de la reunión, pero les quería comentar que este es un trabajo que hacemos colectivamente, es decir, nos reunimos, trabajamos  los temas, y después hay alguien, uno o dos que hacen la exposición y los demás si se nos ocurre algo pertinente lo decimos, pero lo que les quería comentar es que no es que sea diferente, cada uno tiene su recorrido, pero la idea de este seminario es un trabajo que para nosotros es muy productivo porque es un trabajo de intercambio sobre los temas,  que luego uno de los integrantes expondrá en cada encuentro.
Marcelo Frazzetto
Buenas noches, desde hace bastante tiempo hay psicoanalistas trabajando en el ámbito público lo cual nos hace estar en concordancia con un anhelo freudiano. Desde hace bastante tiempo, he escuchado una pregunta  que tenía que ver si era posible el psicoanálisis en el ámbito público. Es una pregunta que yo la escuché hace bastante tiempo y las respuestas oscilaron entre pensarlo como que el psicoanálisis en el ámbito público no presentaba cierta pureza a lo que podría ser el psicoanálisis más puro en la práctica privada, de hecho hay corrientes que dentro del psicoanálisis sostienen esto, por esto de lo que en algún momento planteó Freud en relación al oro puro del psicoanálisis mezclado con el cobre de la sugestión, que sería el modo en que el psicoanálisis se mezclaría como terapéutica en las instituciones del Estado. Por otro lado otras corrientes lo han pensado como cierta especificidad dentro del campo del psicoanálisis en el ámbito de lo público. A mi me parece, me gusta pensar la pregunta por el psicoanálisis dentro del ámbito público, podemos atenuar pensando, por lo  menos a mi me sirve, qué condiciones permitirían a un psicoanalista en el ámbito público para que produzca un acto analítico. ¿Qué quiero decir con esto? Dicho más claramente, el escenario público, la institución pública para nosotros es un escenario propicio donde poder interrogar la posición del analista. Por ejemplo, en el sentido de que es una práctica que conmueve ciertos rituales que aparentemente garantizan la posición del analista. También es una práctica que pone en suspenso lo que uno ya sabe, lo que uno supone que sabe, y también la práctica en el ámbito público invita a los psicoanalistas a investigar aquello que resulta  esencial para alcanzar una posición analítica.  Es decir, que los psicoanalistas que estamos confrontados a una pluralidad de demandas en el ámbito público, estamos en un lugar privilegiado también para inventar dispositivos, que nos permitan hacer lugar a la posición del analista. Y para terminar esta introducción se me ocurría el ejemplo de aliquis, que ustedes conocen y en relación al que se han escrito ríos de tinta, que hemos estudiado, hemos aprendido. Este ejemplo en principio atestigua que la posición del analista se puede alcanzar arriba de un tren o en la cima de una montaña, como le pasaba a Freud con ….
Les quería proponer partir de esta pregunta; ¿qué se espera de un psicoanálisis o de un psicoanalista en el ámbito público? Cuando uno hace esta pregunta, inmediatamente puede surgir otra que es quién espera, porque una cosa es qué puede esperar alguien que consulta o se presenta en los centro de salud, que lo que podemos esperar nosotros en tanto analistas de lo que supone un acto analítico.
Bien, yo quería comenzar por el lado de qué es lo que viene a pedir o esperar alguien que llega al centro de salud. Me refiero al centro de salud, en mi caso lo tomo de ahí porque es el ámbito de la salud pública en el que  me desempeño como psicoanalista. Decía entonces que puede llegar por la indicación de un tercero o por voluntad propia; por indicación de un tercero me refiero a que puede venir por indicación de una pareja, de un amigo, del padre, de un médico, entonces recibimos a alguien que sufre lo suficiente como para intentar corregir, o q ha llegado a poder pensar q como esta no puede continuar, padece de algo con lo cual no puede hacer nada. Así q puede presentarse porque le pasan  cosas del lado de la inhibición, de eso que puede o no puede lograr, del lado de la compulsión, aquellas cosas que no puede dejar de hacer, seguramente podamos encontrarnos con alguien que ya a aceptado algunos movimientos en relación a hacer algo con eso que le pasa, que hayan fallado, lo que quiero decir que aun cuando tengamos en frente a una persona que esta sufriendo, que pide alivio y que supone que lo que va a encontrar es una cura o un alivio para lo que le esta pasando, ese pedido así formulado, en principio no esta necesariamente dirigido a un analista, recurre a una respuesta, ahora bien esa respuesta es distinta si esta dirigida a un analista o a otra instancia,  la diferencia tiene q ver con lo que lacan plantea, el primer momento de la transferencia o la instalación del sujeto supuesto saber, pero eso, lo retomo luego pero quería nombrarlo.
No quería dejar de decir que lleva todo un tiempo establecer las coordenadas de un pedido, de lo que quien pide y de lo que se pide cuando alguien se presenta con un sufrimiento, ahí tenemos los psicoanalistas todo un campo de posibilidades donde nuestra escucha se pone en movimiento, para poder definir quien esta pidiendo y que es lo que esta pidiendo, y eso lleva un tiempo porque por ej, si el pedido de es alguien que es mandado por una escuela tendremos que tomarnos un tiempo para escuchar que de ese pedido de la escuela se traduce en un pedido del niño o en un pedido de los padres, yo recuerdo haber trabajado con pedidos que venían formulados de esta manera por ej: “me manda la maestra”…o, “le dejo el chico”, son pedidos que a veces lleva un tiempo establecer quien es el sujeto de ese pedido, quien podría implicarse en ese pedido, o también  como decían los compañeros en el seminario anterior en relación a la inter consulta que también llevaba un tiempo establecer si el que pide es el medico o es el paciente…. Por eso decía que hay todo un abanico donde la escucha de un analista que se pone en movimiento y por  lo tanto que es necesaria la presencia de un psicoanalista en ese acto clínico de la escucha de un pedido, porque uno cree rápidamente saber o creer entender lo que el otro esta pidiendo, es mas, uno podría hacer un monologo bastante interminable, sobre lo que cree que el otro esta pidiendo, pero lo que es necesario para saber lo que el otro necesita poder abstenerse de creer saber lo que el otro necesita y la regla de abstinencia es una regla que pone en funcionamiento el psicoanalista, es decir, para poder escuchar un pedido hay que poder abstenerse y para eso hace falta analistas, para abstenerse de que? De creer saber rápidamente lo que el otro necesita, abstenerme de eso para poder dar lugar a la palabra del otro y ver quien es el que pide.
Por el lado del analista, decía, me viene para introducir algo de la transferencia, yo pensé en relación a cierta violencia del acto analítico, violencia que habría que ponerlo entre paréntesis, no sé si es el mejor termino para usar acá, pero a lo que voy es que, todo dispositivo analito, tiene un axioma que te vuelve un mensaje como este..”Usted es el responsable de lo que le pasa” o “ la causa de lo que le pasa la vamos a buscar en usted” y este mensaje que puede obviamente es  implícito, porque de ser explicito haría que el paciente se fuera, va a contrapelo de lo que espera del otro lado el paciente y lo que es tener ciertos cuidados con el paciente, porque tengo en frente a alguien que sufre y además le estamos cargando la responsabilidad  de responder, es decir , de alguna forma lo estamos invitando a pasar de una alienación a otra, aclaro, alineación como lo piensa lacan, de que el sujeto nace alienado a los significantes del otro, y los analista para llegar a la cura lo invitamos a entrar en otra alineación que es la del dispositivo analítico, es decir, cargarlo de cierta responsabilidad por lo que le pasa y además implicarle ciertas reglas que tienen que ver con la palabra, regla difícil de sostener porque también va a contrapelo de otros lazos sociales que tienen otra relación con la palabra, quiero decir con esto, que esto es una forma de enfatizar el dispositivo freudiano,  porque creo yo que hay tanto auge de psicoterapias, que hay una perdida de la exigencia de la regla de la asociación libre, q no es producir una palabra cualquiera, no es solamente contar la historia, los acontecimientos pasados sino que es una regla que exige una palabra sin censura lo cual es imposible, porque no se puede hablar sin censura, porque uno puede restringir la censura conciente, es decir la censura de hablar, de no decir cosas obscenas, de ser claro, una censura lógica moral, pero si restringimos esa censura es para dar paso a esta otra mucho mas poderosa de que alguien no puede decir cualquier cosa, uno pasa la misma historia, las mismas palabras los mismo rollos, es lo que nos permite acercarnos al fantasma del inconciente, por eso esto  es difícil, del viraje de la palabra que hay que producir, y entonces tenemos acá al pobre paciente que además del sufrimiento  lo cargamos con esta alienación al trabajo transferencial, pero tenemos una ventaja y que nos da justamente este modo de cómo pensó Freud la transferencia, porque es la transferencia la que nos permite encubrir esta violencia del acto analítico, porque introduce al paciente en esta dimensión de ser cuidado, de ser tomado en cuenta, y de que su palabra vale como no vale en ningún otro lazo social , digo esto porque es fácil ver q en este tiempo donde pareciera que se privilegia el discurso capitalista nadie quiere escuchar a nadie, entonces ofrecemos un lugar donde su palabra o lo que sea que diga, lo poco que diga sea tomado y tenido en cuenta, no es cualquier lugar y esto tiene un efecto estructural, que ya lo sabemos desde Freud, que tiene q ver con el amor, con la dialéctica del amor, no para que el analista se ponga como destinatario del amor, es decir, este encuadre, esta posibilidad que da la transferencia de que el paciente pueda acoger su palabra es lo que parece fundamental como acto analítico, esto seria como otro axioma, en el sentido de que es el analista el que separa la transferencia, por su lugar como que se supone que sabe, por su titulo, por su lugar en la institución, entonces ahí puedo retomar lo que había dejado pendiente  que es ese momento donde yo me estoy moviendo, esos primeros momentos del encuentro con el paciente, que es lo que lacan llama   “la intervención del sujeto supuesto saber” o “el inicios  la transferencia” yo lo dije muy simple, ustedes seguramente ya han leído muchas veces. Esto para mi implica, es lo que entiendo que dice Lacan, para el lado del paciente implica, tal como el lo plantea, “yo no se, yo no pienso” es decir que hay algo del lado del fracaso de la conciencia, hay algo ahí en la dimensión subjetiva en la  que se encuentra ese sujeto, en la que el yo o la conciencia no bastan para dar cuenta de lo que sucede, hay un saber que se escapa,  y hay modos de intervención de un analista para producir esta posición, esta situación, que es en las entrevistas preliminares que abren a esta perspectiva de demanda de análisis , ya que la función que tienen las entrevistas es de subrayar esos momentos donde el discurso y el saber tropiezan, no para interpretar, sino para señalar donde el saber no puede encontrarse con la verdad de lo que le pasa a el que sufre, entonces si nos encontramos con la confrontación de ese saber no puede desde el sujeto que tenemos ahí, y este sujeto decide interrogar ese saber que no puede desde su saber conciente explicar algo de lo que le pasa, si decide interrogar eso quizá ahí podemos perfilar una demanda de análisis.
Lo último que quiero decir es que el problema con el que nos encontramos los analistas que trabajamos en el ámbito público, es que muchas veces somos convocados a intervenir cuando ya  esta instalada esta transferencia, es decir que en lugar donde podría estar el enigma en relación al saber, tenemos gente que viene a la consulta y que puede decir muy poco, o casi nada en relación al saber, o ninguna cuestión de lo diga refiere a alguna pregunta siquiera en relación al saber o a lo que le pasa. O por otro lado una implicancia minima con respecto a lo que le pasa, es decir, bastante lejos de esa frase que tiene que ver con “que tiene que ver usted con este desorden en que esta metido“, pero bueno estamos convocados a intervenir donde quizá algo de eso se produzca.
Yo para terminar, tengo una situación que tengo fresca de esta semana, en relación aun pedido que tuve oportunidad de escuchar esta semana.
“El pedido llega a través de la pediatra,  se trata del pedio de una escuela a la que concurren dos púberes de 12 y 13 años, hermanos, quienes hablan con la pediatra en representación de la escuela son tres profesionales, alguna de ellas psicóloga del gabinete socioeducativo del ministerio de educación, este gabinete interviene a pedido de la escuela, el problema que plantea es que estos dos hermanos lo que hacen es reclutar pibes para una banda intraescolar, banda de pibes que amenazan y maltratan a otros chicos dentro de la escuela, aquellos chicos que les va bien en las tareas  escolares. Al intentar producir un acercamiento con los padres, docentes, directores y gabinete, de la que han resultado diversas amenazas, la madre hacia la directora, del padre la amenaza siguiente…”si no aprueban a mis hijos los voy a cagar a tiros a todos”  sabemos además del padre que padre y madre de estos chicos son de una barra brava de un club de futbol.
Amenaza que ha resultado porque los chicos han pasado de grado, otra de las amenazas al gabinete, quien intento un encuentro con el padre tiene que ver con una escena que ella relata donde el padre le muestra el ticket de un cajero automático donde muestra la cantidad de dinero que tiene, por ultimo comenta la pediatra, que el  pedido es de que el psicólogo, ósea yo, haga la entrevista a los chicos, y que la trabajadora social haga la visita domiciliaria,” ahí tenemos un campo florido de cuestión de quien pide y para quien se pide.

 Mónica González Bueno yo voy aprovecharme del planteo que tan interesantemente  hizo Marcelo para intentar articular un tipo particular de consulta. El escenario desde donde me situó para hablar de esto es el  hospitalario, ubicada en un servicio de salud mental, donde realizo parte de mi práctica.  Creo que todos coincidiríamos rápidamente si decimos que el hospital se presenta como un lugar de cruces de discursos y de condensaciones de demandas de diverso tipo y agrupadas bajo el mismo territorio: de lo médico.
 Primero quería situar que depende del modo en que se va a sostener la recepción de un pedido, dependerá  la posibilidad o no de articular una demanda.
En este sentido me voy a referir a una demanda muy particular que realiza un consultante que viene de la consulta médica con la indicación de que vea a un psicólogo, porque  no tiene nada.
Esta persona llega a la consulta médica por algunos trastornos, dolor de cabeza, digestivos, cansancio… Todo esto junto o con alguna combinatoria, el medico procede a escuchar el planteo y a traducir los signos que le trae el paciente, transcribe los mismos en  la historia clínica, y después procede de acuerdo a los conocimientos que correspondan a dar ciertas indicaciones que en general consiste en la realización de diferentes estudios, los cuales se van a ir complejizado a medida que se vayan sosteniendo las consultas y generalmente esto conlleva a  interconsultas con especialistas, neurólogos, gastroenterólogos, depende como venga la cuestión. Después de todo ese recorrido y esa lectura,  ocurre que el médico le dice al paciente que en realidad no tiene nada, que lo que le ocurre debe ser psicológico, que consulte al psicólogo y para eso lo deriva al servicio de salud mental del hospital.
 Y así llega, podríamos decir que llega no confirmado en  su lugar de paciente desde la clínica médica.
 Lacan sitúa en “Psicoanálisis y medicina” que “no siempre el enfermo  busca la curación, sino que muchas veces ocurre que este atado a la idea de conservar la condición de paciente. Viene a veces a demandar que se lo autentifique como enfermo, otras para que lo preserven en su enfermedad”.
Este consultante llega a nuestra consulta diciendo vengo porque me manda el doctor, me cuesta dormir, me arde el estomago y enumera todos los padecimiento y agregándole, ahora,  este nuevo que es que el médico le dice que no tiene nada, Muchas veces esto lleva a la consulta con otros médicos para intentar confirmar alguna organicidad en el padecimiento.
 Llega a nuestra consulta con una suposición, con un temor a la locura, a estar loco, tratando de convencernos que no se lo inventó, que esto le sucede de verdad, que el dolor que siente es real, Que en todo caso tiene algunos problemas como la mayoría de la gente , como apelando a cierto testimonio de normalidad por la vía de la generalidad.
 Probablemente cuando el médico le dice que no tiene nada se refiere a que no tiene nada grave, ninguna enfermedad grave, ninguna patología de órganos, pero la dificultad es que establece allí una relación demasiado laxa entre la trama subjetiva y el impacto en el cuerpo. Y si bien es cierto que la referencia al sujeto queda elidida de su campo, ya que no trabaja con el sujeto del  inconsciente, pero tampoco se  puede pensar que esta frente  un cuerpo sin sujeto, no esta frente a un puro organismo viviente. Porque además no olvidemos que sitúa una causa psíquica o psicológica.
Para problematizar un poco todo esto, quería compartir con ustedes algunos comentarios de un texto freudiano, bastante antiguo que data de  1890, donde Freud se interrogara acerca de la relación entre  lo corporal y lo psíquico, el texto se llama “Tratamiento psíquico (tratamiento del alma)”.
Lo primero que va a anunciar Freud en este texto, cuando comienza, es el origen griego de la palabra psique cuya traducción es alma. Entonces Freud dice que podría creerse que “por tratamiento psíquico, se entiende tratamiento de los fenómenos patológicos  de la vida anímica. Pero no es esa la expresión, sino que quiere decir desde el alma –de perturbaciones anímicas o corporales- con recursos que influyen sobre lo anímico del hombre”.
 El recurso, nos sigue diciendo  Freud, es la palabra o las palabras… instrumento esencial del tratamiento anímico, por su poder ensalmador. Voy a dejar esto en suspenso y lo voy a retomar dentro de un ratito, para poder situar algunos pasajes en donde Freud sitúa esta relación entre lo psíquico y lo somático.
“La relación entre lo corporal y lo anímico es de acción reciproca, pero que en el pasado, el otro costado de esta relación, la acción de lo anímico sobre el cuerpo, hallo poco favor a los ojos de los médicos. Parecieron temer que si concedían cierta autonomía a la vida anímica,  dejarían de  pisar el seguro terreno de la ciencia.
 Pero también va a ir situando como  fue cambiando esa relación unilateral de la medicina  hacia lo corporal, y va a enumerar padecimientos como dolor de cabeza, presión, trastornos digestivos, fallas de la atención, dolor de los ojos, cansancio, etcétera, de presentación simultánea o aislada y va a afirmar que en todos estos padecimientos se tratan de la misma enfermedad, que no se pueden aislar en trastornos de los ojos, del estomago, que son afecciones del sistema nervioso en su conjunto. Tales estados han recibido el nombre de nerviosidad (neurastenia, histeria) y se los define como enfermedades funcionales del sistema nervioso.
Recuerden nuestro consultante, que se presenta con varios de estos padecimientos.
Entonces lo que va a afirmar Freud en este texto es “que los signos patológicos provienen de un influjo alterado de la vida anímica sobre el cuerpo. Y que esta causa hay que buscarla en lo anímico, en lo psíquico. Señala que  la ciencia médica encuentra el anudamiento para entender en su plena dimensión al aspecto descuidado hasta entonces:  la relación reciproca entre cuerpo y alma.
 Otro elemento que va a tomar  Freud para mostrar esta influencia de lo psíquico sobre lo corporal es la llamada  “expresión de las emociones”. Que se exteriorizan en la tensión y relajación de los músculos faciales,  la actitud de los ojos, el aflujo sanguíneo sobre la piel, el modo de empleo de aparato fonador, etcétera y que estas alteraciones casi nunca son útiles a quien las experimenta.
Sigue argumentando: “en estados de naturaleza penosa, como el duelo, todos estos estados afectivos rebajan la nutrición del cuerpo en su conjunto”. Otro ejemplo que toma es que “la propensión a contraer tifus y disentería es mucho mayor en un ejercito derrotado que en un ejercito triunfador”.
Hasta aquí intento destacar la relación reciproca de la que hablábamos entre lo psíquico y lo corporal.
 El otro pasaje que quiero resaltar es: “Pero es una evidente injusticia, cualquiera sea la causa, aun la imaginación, los dolores no dejan de ser menos reales ni menos fuertes”.
 En este texto Freud aun no descubrió el inconciente,  por lo tanto tampoco la transferencia, por lo tanto estamos en un tiempo anterior al desarrollo que hizo Marcelo, estamos ubicados entre la sugestión y la hipnosis, y está investigando el de poder de las palabras sobre el cuerpo. Sobre el poder que ejerce el médico a través de sus palabras sobre el paciente, el alivio que puede generar dicho poder sobre el enfermo. Y ahí quiero situar esto que dije antes del ensalmo de las palabras. El ensalmo es un modo mágico de curar, el poder mágico de las palabras, el poder de la sugestión. “Las palabras, dice Freud, son las  mediadoras del influjo que un hombre pretende ejercer sobre otros, que no es enigmático aseverar que el ensalmo de la palabra puede eliminar los fenómenos patológicos”
Bueno volvamos a nuestro consultante que se nos presenta diciendo que el médico le dice que no tiene nada, tratando de que creamos en su padecimiento. Podemos leer el efecto de la palabra del médico aquí tal como nos lo planteaba Freud, pero en vez de aportar alivio provocan mucho desconcierto, cierta desorganización subjetiva, este origen psicológico no está situado como en Freud, esta devaluado dentro de el planteo que hace el médico, es como si no fuera creíble lo que dice el paciente sobre su padecimiento.
 Ósea que, cuando nosotros recibimos una consulta como esta, nos encontramos en medio de la complejidad de estas intersecciones que hablaba antes, habíamos partido de la interrogación de si el origen era psíquico o corporal, y ahora podemos agregar el influjo de las palabras, como dice Freud. Creo que esto nos permite ubicar tres lugares, lo corporal, lo psíquico y las palabras, y a su vez las  relaciones entre ellos. Es decir que entre lo anímico y lo corporal va a estar situada la relación con la palabra, la palabra como mediadora, la palabra como productora de efectos.
Volviendo a la consulta, nosotros podríamos ir a discutir con el médico de por qué le dijo lo que dijo, a veces es necesario ir a discutir algunas cosas con los médicos. Igual. Aquí, no resolvemos la consulta que nos hace este consultante. Muchas veces llega en un acto de obediencia, diciendo, vengo porque me mando el médico, porque dice que me va a hacer bien. Muchas veces en este pedido no aparece tampoco la palabra del que consulta, viene a través de una queja hacia el medico, son consultas bastante difíciles porque hay cierto rehusamiento del sujeto en relación a su propio decir.
Es con ese rehusamiento que debemos vérnosla los analistas, en este rechazo  convergen de distintas maneras  cierto rechazo del inconsciente, del lado del médico por una parte, y por la otra del lado del paciente también. Creo que es nuestra responsabilidad como analistas, darle la palabra al consultante, como decía Marcelo, darle valor a esa palabra,  aunque el mismo intente por algunos medios borrarla pidiéndonos que le digamos qué es lo que tiene. Pero digo dándole la palabra y absteniéndonos del uso de ese poder ensalmador del que hablábamos antes.
 De esta manera, puede ocurrir que después de transitar una y otra vez por el relato de lo padecido, se instale alguna pregunta del lado del sujeto, que interrogue esa nada. Eso que se siente en el cuerpo,  que se relata como una opresión, dolor de cabeza, de estomago, que remite muchas veces a un estado de angustia.
A partir de  Freud sabemos que hay una angustia que es señal, es una señal en el cuerpo, que en este caso remite a algo que no anda, que hay que resolver.  La cuestión es dónde se debe resolver, si hay que resolver en el cuerpo o en qué lugar, y  en realidad eso se debe resolver en el orden de la existencia, por lo tanto creo que toda consulta puede indicar, puede transformarse en el indicador  de una oportunidad para el sujeto, depende de cómo la escuchemos y como la sostengamos.
Bueno, y lo otro que quería decir, es lo que se convirtió para mi en la sorpresa de la actualidad de lo que nos aporta este viejo texto, porque en algunas consultas sigue teniendo mucha vigencia.
Alicia Alvarez:
Lo que dice Mónica con respecto al texto viejo y la actualidad es efectivamente así, es interesante porque,  ustedes escucharon la sintomatología de este paciente, este consultante, y es un poco lo que Freud trabaja acá, tiene que ver un poco con las neurosis actuales, Freud las llamaba así, por una serie de cuestiones; él las diferenciaba de las psiconeurosis, es decir que ponía a las neurosis actuales, en un principio, -luego cambió esta posición- del lado de las que no eran abordables desde el psicoanálisis.
Ustedes saben que una de las hijas de Lacan, tenía todo esta serie de trastornos y Lacan dijo en una oportunidad  que en el siglo XIX hubieran dicho que era una neuroasténica.
Es elocuente que ahora, en la actualidad, proliferen las neurosis actuales, la palabra actual nos vuelve a encontrar de otra manera,  y creo que es porque justamente hay algo en el lazo social actual que ayuda, promueve el rechazo del inconciente, entonces me parece que esto seria las condiciones para pasa un pedido, una demanda de análisis, es un problema que no solo concierne a la practica en la salud publica, si no que es un problema que también esta presente en los consultorios, quizá no tanto, pero creo que hay todo un trabajo que nos damos los analistas que tenemos ganas de hacerlo, para hacer una ….del ser hablado y hay todo un trabajo para que esto se ponga en el punto donde construyan síntomas, en ese síntoma que esta allí la persona se siente de algún modo implicada para teorizar algo sobre ello, por eso a mi siempre me a parecido un problema que se le pide a los jóvenes practicantes hacer las primeras entrevistas como si eso fuera menos importante, cuando en realidad las primeras entrevistas es justamente donde se juega casi todo, porque ahí esta lo que decían los colegas respecto a que la diferencia va a estar en como responde el que escucha, y eventualmente, en el camino ir construyendo la transferencia, poniendo a punto el discurso que permita alojar al analista ahí. Yo creo que a lo que se llega ahí es a un punto donde se aclara una posible demanda.
Es cierto que esto, como decía, puede ocurrir en el consultorio particular, creo que los escenarios son mucho más complejos en la salud pública y hay muchos factores, pero tampoco creamos que en el consultorio todo es del orden de la neurosis y que la transferencia y la instalación del  sujeto supuesto saber marcha sobre ruedas, es decir, Freud decía al principio que con las neurosis actuales no se podia trabajar, tampoco con las psicosis , después ahondando en ese sentido el psicoanálisis encontró con Lacan y otros también, la posibilidad de intervenir en terrenos en los cuales Freud había dicho que era imposible intervenir, aunque teniendo en cuenta que no son las mismas condiciones transferenciales, son otras las de las psicosis.
Pensar las condiciones de la transferencia en las neurosis actuales es un temazo, pero es lo que nos toca ahora, trabajar con estas situaciones donde hasta el pedido está desdibujado, donde hay que hacer un rastreo de quién pide y qué pide y responder desde la perspectiva del analista, porque es muy fácil ir por la vía de responder desde el control social, desde un discursoque calme los ánimos, en fin, porque es también por otro lado lo que se nos pide cuando trabajamos en esta sociedad en general, pero queda mucho mas en evidencia cuando estamos trabajando en el ámbito de la salud publica, bueno  hay muchas cosas para plantear pero no quiero excederme.
Pregunta:
Pensar esto de la pluralidad de demanda, que esperan del psicólogo esta gente que va con la demanda, porque digamos que el problema lo tiene la institución, la comunidad educativa con estos chicos, mas allá ¿??? Sigue…. 

Alicia,
El asunto de qué se espera del psicólogo es muy interesante, el común de la gente no lo tiene claro, es bueno el tipo que esta ahí y se ocupa de esas cosas…, pero lo que yo veo es que cada vez se amplia más lo que se cree que puede hacer un psicólogo, y se amplia de un manera extraordinaria.